lunes, 19 de marzo de 2018

The Cloverfileld Paradox (no eres tú, soy yo)


Vale. Absoluto y total desconocimiento acerca de que The Cloverfield Paradox era la tercera película de una saga producida por J.J.Abrams a lo largo de esta última década. Ni pajolera idea. Nada de nada hasta que me he puesto a preparar esta entrada en el blog, lo reconozco. Pero me da igual, el primer gran estreno sorpresa de Netflix es un auténtico bluff.

Se supone que estamos en año 2028 y que el planeta no puede satisfacer la necesidad energética de la población. Hay un solazo estupendo y algo de vientecito, pero como se nos deja claro en las primeras escenas, si no hay gasolina para mover los coches, lo mejor es marcharse al espacio y poner en marcha un acelerador de partículas súper peligroso. Lo mismo que se dijo del CERN, pero con nombre, "la paradoja Cloverfield", y unas consecuencias algo más místicas con portales interdimensionales y unos cuantos monstruos incluidos.


La premisa, aunque manida y algo absurda, no pinta del todo mal. Tampoco el casting de actores, entre los que destaca Gugu Mbatha-Raw —la delieciosa Kelly de San Junípero (Black Mirror)— y Daniel Brühl —en su enésimo científico alemán del que no se si fiarme o no... ¡Hail Hidra!—. Sin embargo no hay nada más que salve a la cinta. Todo es previsible, como cuando se fusionan al principio dos dimensiones en el mismo espacio y los cuerpos "se revuelven"; todo es repetido de otras cintas, como la mano con vida propia —y, si no, que se lo pregunten a "Cosa" de la familia Adams—, y todo atufa a debate pseudofilosófico con moraleja: Si tuvieras que elegir, ¿a quién salvarías, a ti mismo y a tu familia, o al resto de la Humanidad?  Además, sobra casquería y faltan sorpresas.

Una lástima, porque viniendo de J.J. Abrams, cuyo Fringe nadie ha superado todavía y que relanzó Star Trek a base de realidad paralela y salto temporal en , me esperaba más. Mucho más. Quizá no combinen bien (ojo spoiler) enormes monstruos sacudiendo grandes urbes con la paradoja derivada de las ruptura espacio tiempo. O al revés, lo mismo soy yo que siempre me he tomado el cronoviaje como algo más metafórico y sutil cuando en realidad se trata de vísceras sobrepuestas y alucinaciones espaciales.

Y si es así... casi que prefiero Horizonte final o Life, que son algo menos tramposas. 










No hay comentarios:

Publicar un comentario

Para se educado, aportar y dar que pensar, siempre hay tiempo